A QUE JUEGA CIUDADANOS DE ANDALUCIA
La ruptura con el PSOE
no es nada nuevo en la forma de actuar de su jefe Juan Marín.
La
actualidad política andaluza nos hace mirar los movimientos del partido
Ciudadanos de Andalucía. La situación actual viene dada por los acontecimientos
allá por los principios de 2.015. Un muy pequeño grupo de personas con
ilusiones, en muchos casos renovadas,
hizo una muy importante labor para dar a conocer a los andaluces una
nueva marca que consiguió su primer objetivo, tras las elecciones autonómicas
andaluzas, cuando este partido y contra todo pronóstico, aparece en el
parlamento andaluz. Tras unos buenos resultados, Ciudadanos fue determinante para que el PSOE se
mantuviera, otra legislatura más, en el
gobierno de la Junta. Esto dio lugar a sentimientos encontrados a los que por entonces
conformábamos la junta de este partido aquí en Sevilla. La mayoría de los que la
conformábamos, coordinadores de los pueblos en los que había agrupación, nos
sentimos “traicionados” con el acuerdo de Juan Marín y Susana Díaz. De este
sentimiento de algunos, tomó buena nota el “clan de la manzanilla” conformado
por viejos políticos curtidos en mil batallas y partidos y que tenían
meridianamente clara sus prioridades y que no era otra que garantizar su cómoda
y beneficiosa estancia en el Parlamento Andaluz. A partir de ese momento se
inició la colocación en todos los puestos de responsabilidad del partido a los
más afines, independientemente de sus capacidades y trabajo desarrollado.
Dos
meses más tardes llegaron las elecciones municipales. Ciudadanos consiguió
abrir brecha en la mayoría de los pueblos donde presentó lista. El mayor éxito
se consiguió en Espartinas, donde Jose Maria Fernandez tras un trabajo
admirable, consiguió la alcaldía al ser el partido más votado, aunque necesitó
del apoyo del PSOE, el mismo partido al que Juan Marín apoyo dos meses antes en
el parlamento andaluz para poder gobernar. Apenas iniciado el gobierno en
Espartina, un error “burocrático” del alcalde debido a su escasa experiencia,
absolutamente carente del más mínimo beneficio en lo político y en lo personal,
dio lugar a que fuera imputado. Este
hecho, fuertemente publicitado por la
prensa afín a los partidos oponentes en el ayuntamiento de esa localidad,
mientras que los superiores de Ciudadanos tanto en Sevilla como en Andalucía
miraban hacia otro lado, dio lugar y por imposición del partido a la dimisión
del alcalde, mas tarde el caso fue archivado. Esta fue la foto fija del devenir
del partido, poner a los pies de los caballos a los que tuvieran principios y
capacidades, solo se premiaba la fidelidad al mandamás. Meses más tarde la
alcaldesa que asumió el cargo del dimitido, se quejaba amargamente de que sus
superiores, los que sostenían el PSOE en Andalucía, no se mojaran lo mas mínimo
para exigir a Susana Díaz, que llamaran al orden a sus subordinados en
Espartina para no dificultar la gestión de Ciudadanos, dada su precaria
situación. El resultado, ya lo ven, el desgobierno absoluto en Espartina, lo
normal será que Ciudadanos desaparezca en ese pueblo en las próximas
elecciones.
Situaciones
parecidas se han dado en casi todos los pueblos de Sevilla con representación
de Ciudadanos en sus ayuntamientos. El hecho de no estar gobernando ha hecho
posible que casi pasaran desapercibidas. Estos son los resultados de la forma
de dirigir el partido de Juan Marín y su clan en Andalucía. Ahora, en estos
días, este señor se ha disfrazado de estadista de primer nivel y quiere hacer
ver a toda España, que sus intenciones son las mejores para Andalucía y los
andaluces.
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